Fruto de la experiencia del año anterior este año apuesto sobre seguro y voy a aquellos cultivos que crecen a prueba de bombas, la tríada de invierno que no puede faltar en la cosecha de esta temporada: ajos, habas y guisantes.
Durante los meses que van de de octubre a finales de diciembre nos hemos centrado principalmente en estos tres cultivos, los hemos alternado también con otros cuyo resultado ha sido dispar: rabanitos, lechugas, puerros, cebollas...
El huerto escolar que llevo a cabo este año lo realizo con primero y cuarto de la eso. He procurado que cada semana bajase un grupo al huerto de manera que cada grupo va una vez cada dos semanas.
Ya que este año el lugar del que disponemos es sombrío se observa que la planta no crece al ritmo que debiera sin embargo el cultivo sigue en pie por lo que seguiremos trabajando en el durante todo el año.
Ya que esta zona estaba abandonada hemos hecho un intenso trabajo de limpieza. Como esperábamos los tres cultivos han salido adelante mientras los otros no tanto.
A comienzos de noviembre pudimos cosechar y comer unas lechugas que plantamos un mes antes, fue esta la primera cosecha del año. Para el resto del cultivos hubiese sido de gran ayuda contar con plásticos o al menos haberlos cultivado en zona soleada.
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